El Underground Beer Club nació hace dos meses con el objetivo de «evangelizar» a los uruguayos sobre los pormenores y ritos del correcto consumo de la reina de las bebidas fermentadas.
La cerveza es una bebida compleja. Tiene rituales y modos de producción que se remontan a miles de años atrás, tantos que se cree que fue la primera bebida fermentada que conoció la humanidad.
Cada cerveza tiene un recipiente especialmente diseñado para poder captar todas sus cualidades. La espuma no es opcional: en cada vaso o copa debe haber «dos dedos» de espuma, que tienen que durar hasta que se termine el vaso, dejando marcas escalonadas. Es ésta la que brinda información sobre la calidad y pureza de la bebida. No se toma siempre fría, como se cree en este rincón del mundo, sino que cada una tiene una temperatura adecuada.
Los anteriores son sólo algunos de los requisitos que no le pasan por alto al amante de la cerveza.
En Uruguay suele tomarse siempre fría, en jarra y se deja a criterio del consumidor si va con o sin espuma. Estos son algunos de los «errores» que busca erradicar el Underground Beer Club (UBC), una empresa que comenzó a funcionar hace dos meses con el objetivo de «evangelizar» sobre el consumo de esta bebida.
Todos los meses, el UBC le ofrece a sus socios, que ya son más de 550, un catálogo con tres tipos de cervezas diferentes. El pack cuesta unos $ 650 e incluye dos botella de 600 centímetros cúbicos de cada estilo. La entrega se realiza tanto en Montevideo como en el interior.
Al momento son cuatro los fabricantes artesanales que elaboran estos tipos de cerveza de forma exclusiva para el club. La mayoría de ellas no se consiguen de otra forma dentro del país.
Tanto el envasado como el etiquetado son hechos de forma artesanal, esto implica que los lotes sean limitados. Aquellos que deseen hacerse socios deben ingresar a la página www.ubc.com.uy y realizar su pedido con anticipación. Hacerse socio no tiene costo y tampoco es obligatoria la compra todos los meses.