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El Oktoberfest cordobés

En el Parque Cervecero de la localidad de Villa General Belgrano se darán cita más de 120.000 personas para celebrar la 42° edición del evento hecho a imagen y semejanza del Oktoberfest de Munich, Alemania.

El último día de septiembre es el primero de la Fiesta Nacional de la Cerveza, el evento que año tras año sacude la localidad cordobesa de Villa General Belgrano, ubicada en el valle de Calamuchita.
Realizada a imagen y semejanza del Oktoberfest de Munich, Alemania, este encuentro que reúne a miles de personas no ahorra en despliegue y creatividad, y tal como ocurre en Europa pueden observarse actos costumbristas, desfiles de trajes típicos, orquestas en vivo y mucha, pero mucha cerveza.

Hace ya 42 años que los descendientes de aquellos alemanes que se instalaron entre las sierras cordobesas, nostálgicos de su madre patria, decidieron revivir parte de sus tradiciones y eligieron la cerveza como elemento aglutinante. Es decir, en torno a la espuma se reunieron todos y festejaron y agradecieron por estar allí y haber prosperado como lo hicieron.
Sin dudas, la comunidad germana le imprimió su huella a esta provincia, y hoy en día es una multitud la que se acerca para compartir esta celebración que por sus dimensiones no lleva en vano el nombre de Fiesta Nacional de la Cerveza.

En un comienzo el evento se montaba en la plaza José Hernández -que de alemán tenía bien poco- de Villa General Belgrano, pero en 1996 la comuna construyó el Parque Cervecero, un predio especial adonde nuclear a todos los que arribaban a la fiesta. Allí se dan cita entonces, desde hace nueve años, los amantes de la cerveza. Las calles de la ciudad, en cambio, han quedado como circuito por donde desfilan los carruajes antiguos y los pobladores ataviados con los trajes que bien supieron vestir sus ancestros.

Tal como ocurre en Munich, la ceremonia del espiche -introducción de una canilla de madera en el barril, para servir la cerveza- marcará la apertura del primer recipiente y con este sencillo acto quedará inaugurada la Fiesta Nacional de la Cerveza de Villa General Belgrano, doce días durante los cuales la diversión y la buena bebida se derramarán por las serranías cordobesas.

Una multitud en las sierras

La Fiesta Nacional de la Cerveza es organizada por la Municipalidad de Villa General Belgrano, la cual recibe el soporte comercial de numerosas empresas argentinas que se suman todos los años a la celebración. Desde la oficina de prensa del municipio, Graciela Pereyra, jefa del sector, se encarga de explicar algunas curiosidades del evento. «Es difícil dar cifras, pero si el público asiste como en los años anteriores, la presencia tendría que superar las 120.000 personas», afirma.
Para albergar a semejante multitud existe una estructura hotelera a la altura de las circunstancias, con establecimientos aptos para todos los presupuestos.
Ya se sabe, ajustar los números no es algo tan sencillo, razón por la cual a la hora de saber cuánto es el dinero aproximado que recauda la Municipalidad terminada cada edición, la respuesta se introduce en un terreno fangoso y queda reducida a la explicación de que «es difícil hacer un cálculo previo».
Al menos, podemos saber que el flujo de dinero que se inyecta a la actividad comercial local es tan grande que mueve «toda la economía de la Villa», tal como destacan en el municipio. Ya se sabe y no hace falta forzar la imaginación para darse cuenta de que la simple llegada de un turista acelera la maquinaria económica, tocando cuerdas diferentes.

Con cada hombre o mujer que arriba a la Fiesta trabajan de manera directa líneas de colectivos de larga distancia, hoteles, hosterías y hasta campings, estaciones de servicio, restaurantes y bares, taxis y remises. Y los que no brindan ningún servicio al turista, más tarde también recibirán el beneficio del dinero que quedará circulando por las calles de la Villa.

Ya en el parque cervecero, los requisitos para instalar un stand dependerán de la ubicación del mismo y la actividad comercial que vaya a desarrollarse. En todos los casos las autorizaciones las brinda la Municipalidad, organismo que también se encarga de cobrar el monto establecido por cada puesto, cifras a las que no pudimos tener acceso. Lo que sí fue aclarado es que el municipio «no terceriza nada en la organización de la fiesta». Todos y cada uno de los resortes de esta estructura son ajustados y controlados por el gobierno local, que tiene en este evento una de sus principales fuentes de recaudación.

Los miles de turistas que participan del Oktoberfest nacional provienen de distintos puntos del país, y tal como aclara Graciela Pereyra, «son muy pocos los que llegan desde el exterior» para disfrutar del acontecimiento cervecero, el único que organizan en esta localidad durante el año. Por otra parte, la fiesta tiene tan sólo una semejanza con su modelo original de Alemania, pero no existe contacto alguno con los organizadores europeos.

La pregunta que queda por realizar es, tal vez, la más importante: ¿Qué tipo de cerveza se toma en la Fiesta Nacional? «Masivamente se consume la cerveza industrial, pero la gente prefiere probar las artesanales», cuentan en el municipio.

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